HIPÓCRITAS
– Sofi… quiero ser directo contigo mujer… sabes… te mentí… dije que te amaba tantas veces, pero... siempre fue sin sentirlo.
– ¿Qué dices?
– Digo que nunca te amé, tal vez te
enamoré con el único deseo de… ya sabes… y sí… siempre la pasábamos bien… pero…
ya me aburrí de esta monotonía.
– Entiendo.
– Pero no te preocupes podemos continuar
siendo amigos y hacer de cuenta que nunca pasó todo esto.
– ¡Que ingenuo resultaste ser!
– jajaja…. ¿Cómo?
– Joseph. Sabes tú… porqué nunca te dije
que te quería o que te amaba…
– ¡Verdad! Nunca me lo dijiste. Apenas
caí en cuenta.
– Y es que nunca sentí nada por ti, pero a diferencia de ti no necesitaba decir lo que no sentía ni siento. No necesitaba mentirme a mí misma.
Comentarios