JAIME DUNN
Franklin Aspety
Es
lamentable que un candidato con tanto potencial como Jaime Dunn haya sido
deshabilitado para participar en las elecciones presidenciales, especialmente
cuando su visión y sus propuestas para el país se alejan del enfoque de los
actuales candidatos. Dunn, quien se identifica como un liberal clásico, en su
charla del 24 de julio de 2025 en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), destacó varios puntos clave que merecen
algún tipo de atención.
En primera instancia hizo un diagnóstico de problemas
que aquejan a nuestro país, puntualizando lo siguiente:
“Bolivia no es pobre, la han empobrecido”: Ciertamente la pobreza de Bolivia es una
consecuencia de un sistema que ha empobrecido a su pueblo. —Dato curioso que no debería ser tan curioso: Bolivia
concentra el 60% del litio mundial—.
“Burocracia que usa el Estado”: La burocracia excesiva se utiliza para castigar,
cuestionar y perseguir. Según Dunn, El estado hace uso de esta burocracia.
“La corrupción y el narcotráfico no son fallas del
sistema, son el sistema mismo”:
—lejos de ser una provocación
vacía, aluden a un fenómeno ampliamente documentado—. Diversos casos judiciales, informes de prensa y
denuncias públicas evidencian los mismos.
“Falta de moral e instituciones”: En los últimos 20 años, se ha ignorado la moral, la
ética, la familia y la estructura institucional del país. La pobreza es solo un
síntoma de una enfermedad más profunda: la decadencia moral, ética y
estructural.
Posteriormente Jaime Dunn expresaba que “vamos a
luchar contra el sistema, contra el masismo, hasta lograr desmantelarlo”. Dunn
no plantea una reforma gradual sino una ruptura contundente con el modelo
vigente. Por otro lado, tales palabras —creo yo— no deben quedar en el vacío o en el olvido. Hagamos
eco de estas, y luchemos contra este sistema, desde donde estemos: el poeta con
sus letras, el escritor desde su columna, el docente desde el aula, el joven
desde la calle o las redes, y ustedes estudiantes, desde
todos los espacios que habitan —el aula, la comunidad, el pensamiento crítico, etc.—
utilizando las herramientas que la educación y la información les ofrecen.
En ese sentido, Dunn, establece los siguientes
objetivos de lucha:
“Luchar contra el sistema del MAS”: La lucha debe centrarse en desmontar el sistema
actual (MAS-IPSP), que es visto como el principal responsable del
empobrecimiento y la corrupción en el país (Una lucha que se expresará en las
urnas).
“Restaurar la libertad para los ciudadanos”: Crear un “plan de libertad” para devolverle a
Bolivia su soberanía y autonomía, permitiendo que los ciudadanos prosperen.
“Luchar
contra el sistema del masismo... restaurar la libertad...”.
Y aquí
es donde debemos preguntarnos, con honestidad: ¿Qué tanto te importa tu país
como para ignorar estos mensajes? ¿Hasta cuándo vas a quedarte callado ante lo
que está mal? ¿De verdad crees que las cosas cambiarán solas, sin tu voz ni tu
acción? ¿Qué Bolivia estás dejando que otros construyan en tu nombre?
Tales
preguntas deben inducir a la reflexión y a la acción del lector. Porque es una necesidad
urgente. Porque lo que está en juego no es solo un gobierno, sino el futuro
mismo de una nación, Bolivia. Recuerda que la indiferencia también es una forma
de complicidad. Por tanto, es necesario comprender que todo cambio empieza por
una toma de conciencia. Y esa conciencia, hoy más que nunca, debe transformarse
en acción.
A partir del diagnóstico y el objeto de lucha, Dunn
plantea reformas de fondo, una serie de reformas estructurales que buscan,
según su visión, reencauzar al país hacia la libertad y el desarrollo, en ese
sentido planteó lo siguiente:
“Restablecer el estado de derecho”: El primer acto del futuro presidente debe ser
restablecer el estado de derecho, pues sin ley no hay contratos, sin contratos
no hay inversión, y sin inversión no hay generación de empleo ni prosperidad.
“Cerrar el Ministerio de Justicia”: El Ministerio de Justicia, tal como existe ahora,
debe ser cerrado. El objetivo es que la justicia sea independiente y no
dependiente del gobierno.
“Cerrar el Ministerio de Gobierno”: Este ministerio se percibe como un instrumento de
persecución política y debe desaparecer, ya que, según Dunn, su función
principal es proteger al ejecutivo y no al pueblo.
Entre las reformas económicas que propuso, están las
siguientes:
“Implementar la libertad económica”: Promover un entorno donde los emprendedores y los
inversionistas puedan operar sin obstáculos.
“Factura universal y transable”: Implementar un sistema de facturación universal, que
sea utilizable en cualquier parte del país y que se pueda comercializar.
“Eliminar aranceles e impuestos sobre productos no
producidos en el país”: Romper
las barreras arancelarias y eliminar impuestos sobre productos que Bolivia no
produce internamente.
“Libre mercado”: Fomentar un mercado libre tanto a nivel local como
nacional, sin restricciones entre departamentos. Este modelo se basa en la
creencia de que el libre mercado es la única forma comprobada de sacar a la
gente de la miseria.
Podrás discrepar o coincidir con Dunn, pero cualquier
postura debe sostenerse con argumentos. Por ello digo que cada uno de estos
puntos puede y debe ser objeto de análisis profundo; de hecho, podrían
convertirse en tema de tesis universitaria o en todo caso tema de investigación
académica. Repito: Jaime Dunn ya dio las ideas, la tarea ahora es reflexionar
con seriedad, debatir, validad o refutar propuestas con argumentos y evidencia.
Finalmente comparto la siguiente frase de Dunn: “La
pobreza no se reduce repartiendo riqueza, sino generando riqueza”. Es
decir, generar riqueza en lugar de repartirla, a través de la creación de un
entorno económico más libre y competitivo, creo que sería posible. No obstante,
no será tarea fácil dentro de una sociedad abigarrada.
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