“De la libertad a la corrupción: la mancha familiar en el proyecto de Milei”
Karina Milei, hermana del
presidente Javier Milei y actual secretaria general de la Presidencia, ha sido
vinculada recientemente a una presunta red de sobornos en la Agencia Nacional
de Discapacidad (ANDIS) (Barrons, 2025).
Esto plantea una primera
pregunta inevitable: ¿por qué la hermana del presidente ocupa un cargo de tanto
poder institucional? ¿No estamos frente a un claro caso de nepotismo? Si
durante años se denunció la existencia de una "casta política" que se
repartía el Estado entre amigos y familiares, ¿cómo se explica ahora esta
concentración de poder en manos de los Milei? ¿La vara con la que se mide la
corrupción cambia según el signo ideológico del gobierno?
El presidente, ante la
filtración del escándalo y el ataque a su comitiva presidencial, no dudó en
responder. Calificó las denuncias como “burdas acusaciones difamadoras” y
sostuvo que todo forma parte de un nuevo intento de la "casta" por
frenar el proceso de cambio (La Capital, 2025). Sin embargo, las acusaciones no son menores: según
un audio filtrado, Karina Milei recibiría un 3% de comisiones ilegales ligadas
al funcionamiento de ANDIS (T13, 2025). La gravedad no radica solamente en la presunta
corrupción, sino en el hecho de que se trataría de fondos destinados a personas
con discapacidad. Eso ya no es solo corrupción; es miseria moral.
Además, este no es el primer
escándalo que involucra de manera indirecta al entorno presidencial. En
febrero, la polémica estalló tras la difusión de la criptomoneda $LIBRA, la
cual fue promocionada por el propio Milei, subió de forma artificial y luego se
desplomó, dejando a muchos pequeños inversores perjudicados (BBC News, 2025). Aunque el
presidente negó haber incentivado su compra, múltiples denuncias penales fueron
presentadas.
Entonces, cabe preguntarse:
¿dónde quedó aquel Milei que prometía cortar de raíz la corrupción, barrer con
la casta y refundar la república desde los valores del liberalismo? pregunto también: ¿Ser
liberal ahora significa proteger, justificar o minimizar hechos de corrupción
si provienen del círculo íntimo del poder?
El caso Karina Milei pone en
jaque no solo la coherencia del discurso presidencial, sino también la
credibilidad de un gobierno que se construyó sobre la denuncia moral de la
política tradicional. Si lo que antes se denunciaba como escandaloso hoy se naturaliza
bajo otro color político, no estamos ante una verdadera revolución, sino ante
una reedición de lo mismo con otros nombres.
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